miércoles, 2 de julio de 2014

Crítica del episodio de “Cosmos” sobre los cometas, en defensa de la astronomía antigua

Si bien éste es un blog astronómico, al final de cuentas sigue siendo un blog, formato relacionado con las experiencias personales del que lo redacta. Hoy lo usaré para la polémica. Hace pocos días vi el capítulo de la nueva serie “Cosmos” sobre los cometas. En general es muy buena y la historia de Newton y Halley está magníficamente contada en este capítulo. Pero hay algo que me disgustó y que es un preconcepto o un sesgo cognitivo común en la astronomía moderna: el desprecio absoluto por la astronomía precopernicana. Es común escuchar que con Copérnico, o con Galileo, comenzó la astronomía como ciencia, lo que es (y perdonen la expresión pero es disgusto que he acumulado) una “idiotez”, aunque lo digan científicos (que no conocen de historia). Es sabido que los cálculos de Copérnico se basan en observaciones anteriores, que Galileo era copernicano antes de observar por el telescopio y que sin las observaciones de Tycho Brahe el nuevo paradigma no se hubiera impuesto (y Tycho era un geocentrista convencido). Lo que generó esta entrada en el capítulo sobre los cometas de la nueva “Cosmos” fue la afirmación “los antiguos sólo se ocupaban de los cometas como presagios”, lo que más que inexactitud es una mentira (como en el primer capítulo lo fue la afirmación de que el poema de Lucrecio, De rerum natura, estuvo prohibido durante toda la Edad Media). Basta con una de nuestra primeras entradas (Plinio y los cometas: http://www.cometasentrerios.blogspot.com.ar/2014/02/seneca-y-los-cometas.html) para probar que durante la antigüedad hubo una importante corriente de opinión que consideraba que eran cuerpos astronómicos cuya rareza e impredecibilidad se debían a que no conocíamos su órbita con precisión. Es cierto que la opinión mayoritaria era la de Aristóteles, que consideraban que eran exhalaciones gaseosas que salían de la Tierra y que se inflamaban con el roce de las esferas celestiales, pero esa opinión encajaba perfectamente con el paradigma ptolemaico. La astronomía moderna debería, antes de pensar que toda la ciencia pregalileana es superstición, recordar sus propios errores, como el origen volcánico de los meteoritos o la existencia del planeta Vulcano. Unas pocas consideraciones para refutar a la serie “Cosmos”. Los antiguos caldeos y buena parte de los filósofos antiguos (Séneca, Apolonio de Mindos, Anaxágoras, Hipócrates de Quíos) consideraban que eran astros y no fuego, por lo que no podían tener los efectos físicos que le atribuían los partidarios de Aristóteles y los estoicos: sequías y vientos. Los estoicos los consideraban presagios pero dentro de su peculiar sistema filosófico, que consideraba que todo estaba predeterminado y que por ende se podían descubrir señales de lo que ineludiblemente sucederá, los epicúreos les negaban el carácter de presagios. No siempre eran considerados mensajeros de desgracias, ahí está el cometa que supuestamente portó a Julio César al empíreo. Y en general la astrología consideraba que eran presagios relativos al estado y a los reyes, no al común de los mortales. Por ende, en la antigüedad nunca tuvieran una oleada de temor cometario semejante a la provocada por el Halley en 1910. A la edad media le corresponden los temores más acendrados, pero en la Edad Media se gestó sobre bases griegas y romanas la moderna astronomía. ¡Mas respeto, entonces, con la ciencia precopernicana!

Otra entrada relacionada: Temores cometarios: http://www.cometasentrerios.blogspot.com.ar/2014/01/temores-cometario.html 

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