miércoles, 5 de noviembre de 2014

DESTINO ENCKE. LA TRISTE HISTORIA DE LA SONDA CONTOUR


El 12 de noviembre será una fecha histórica, pues es la fecha elegida para que el módulo de aterrizaje Philae de la Agencia Espacial Europea aterrice en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Será una fecha de revancha, pocos recuerdan que un 12 de noviembre de 2003 era la fecha en la que estaba programado el sobrevuelo cercano al cometa 2P/Encke de la sonda norteamericana CONTOUR (Comet Nucleus Tour). Fue lanzada y puesta en órbita terrestre el 3 de julio de 2002 en un cohete Delta II. El 15 de agosto se realizó la maniobra de encender el motor de combustible sólido Star-30 para que la sonda ingresara en la órbita solar que la llevaría al sobrevuelo (a una distancia de entre 100 y 160 kms.) del 2/P. Luego de dicho sobrevuelo, enviones gravitatorios de la Tierra la llevarían en junio de 2006 a sobrevolar el cometa 73/P Schwassmann-Wachmann y en agosto de 2008 al 6P/d’Arrest. Incluso se especulaba que pudiera visitar con posterioridad otro cometa cuya órbita se ajustara a los requerimientos de la misión.
Ese 15 de agosto de 2002 algo salió mal y luego de encenderse el motor se perdió todo contacto. Los intentos de contacto prosiguieron hasta diciembre de 2002. La hipótesis más aceptada es que durante el encendido la sonda se desintegró, probablemente debido a fallos en la estructura de la nave que hicieron que no soportara el calor del motor de combustible sólido en su centro.
El 2P/Encke parece un objetivo deseable para una misión cometaria: es el cometa con periodo orbital más corto (y por ende conocido), poco más de 3 años, y una inclinación respecto del plano del sistema solar de sólo 10º. Las expectativas de la misión eran altas, por ser un cometa que se cree potencialmente peligroso para la humanidad. Recordemos que el estallido de Tunguska se atribuye a un fragmento suyo y que se cree que es parte de un gigantesco “cometa progenitor” que se habría desintegrado hace miles de años y cuyos fragmentos habrían producido impactos catastróficos en tiempos prehistóricos. Es la tesis de los astrónomos ingleses William Napier y Victor Clube. La evidencia que esgrimen es el hallazgo, en 1983, de un desmesurado camino de polvo cometario consistente con la ruptura de un cometa gigantesco hace 20.000 años. Todos los años la Tierra cruza ese “sendero de polvo cometario” en junio y noviembre y según el profesor Napier existiría evidencia de que dicho polvo cometario sería al menos parcialmente responsable de la última glaciación y de los cambios climáticos constatados en la baja Edad Media. Se esperaba que el análisis del polvo obtenido por la Contour aportara más evidencias.
El 73/P se caracteriza por sus frecuentes estallidos y fragmentaciones, que lo hacen el cometa impredecible por antonomasia y un objetivo muy atractivo para un sobrevuelo, pensando en saber más sobre la dinámica de las fragmentaciones cometarias.
Ambos objetivos fueron publicitados como claves para defender a la Tierra de futuros impactos cometarios, lo que en cierta medida es cierto, pero a cierta distancia histórica parece un poco exagerado, seguramente parte de la publicidad encubierta que suele usar la NASA.

Las expectativas truncas de Contour nos sirven para dimensionar la importancia histórica de la aventura de la sonda Rosetta y del módulo Philae. Ya no se trata de un simple sobrevuelo, como han realizado otras sondas, sino de entrar en órbita (lo que ya se ha logrado) y aterrizar en el núcleo, acompañando la evolución del cometa mientras se acerca al Sol.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario