martes, 14 de julio de 2015

LOS ORÍGENES DE LA MISIÓN ROSETTA (PARTE III)

En 1989 Rosetta era apenas el diseño de una misión conjunta, en la que NASA se encargaría de la sonda (una Mariner Mark II, la misma usada para la fallida misión norteamericana CRAF) y la ESA del módulo de aterrizaje y de la cápsula que traería las muestras cometarias de vuelta a la Tierra. La obtención de muestras se realizaría con un brazo robótico del que saldrían herramientas diferenciadas para recolectar muestras de la superficie y del núcleo. La duración estimada para estas operaciones en la superficie era de diez días. Para el caso de que el aterrizaje no fuera posible, o no se realizara con la suficiente firmeza de anclaje, se había planeado un mecanismo de recolección de muestras desde la sonda en órbita.
Una vez cargadas las muestras, el diseño original de la misión requería que la sonda y la cápsula se separaran del módulo de aterrizaje (que quedaría en el cometa y continuaría con los estudios) a una velocidad de escape moderada para iniciar un viaje de tres años dirigido desde Tierra. A 100.000 kilómetros de la Tierra, 2 horas antes de la reentrada, la sonda se separaría de la cápsula con las muestras, que sería la que reingresaría la atmósfera y finalmente aterrizaría.
Comparación entre la Rosetta originaria y la que fue lanzada en 2004:




Los ambiciosos planes que exponía el Boletín nº 59 de la ESA en 1989 tuvieron que ser reexaminados cuando la NASA no sólo se retiró del proyecto sino que canceló la misión CRAF, por lo que la ESA también tendría que desarrollar una sonda que reemplazara a la Mariner II. La ESA tuvo que sacrificar la idea de traer a la Tierra muestras cometarias, que había sido definida como el objetivo central de la misión, y además diseñar y construir la misión completa, incluyendo la sonda. La decisión europea fue la de innovar respecto al medio de propulsión, en vez de un generador termoeléctrico de radioisótopos (como era el diseño original de la Mariner II), energía solar. Finalmente, la ingeniería espacial europea produjo la sonda Rosetta tal como la conocemos con el lander Philae.
Asi llegamos al 11 de diciembre de 2002. El lanzamiento de Rosetta al cometa 46P/Wirtanen, el objetivo final de la misión, estaba previsto para enero de 2003. Pero surgió otro inconveniente dos semanas antes de la fecha de lanzamiento. El cohete designado para llevar Rosetta al spacio era una nueva versión del Ariane 5, que se lanzaría desde Kourou en la Guyana francesa. Pero esa nueva versión fue probada a fines de diciembre de 2002 en Holanda, y resultó ser un fracaso. La única posibilidad de lanzar a Rosetta en la fecha indicada era hacerlo desde Rusia en un cohete Proton, pero ESA no quiso correr el riesgo de volver a transportar por medio mundo las toneladas de combustible altamente corrosivo. Se decidió postergar la misión hasta solucionar los problemas del Ariane 5 y así el 46P/Wirtanen perdió el privilegio de ser el primer cometa en ser orbitado por una sonda humana. Entró el reemplazante que todos conocemos, el 67P/Churyumov-Gerasimenko para el lanzamiento del 2 de marzo de 2004, y el resto es historia conocida.

Estos hermosos platos de porcelana holandesa (de la ciudad de Delft) conmemorativos del fallido lanzamiento de 2003… ¿Dónde habrán terminado?

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