miércoles, 25 de noviembre de 2015

“NIGHT OF THE COMET”: UN BODRIO COMETARIO

Sabía de la ubicación de esta película de 1984 en muchos rankings de las películas más malas de la historia. Pero era optimista: ¿acaso las películas del peor director de la historia (Ed Wood) no son geniales?
Así que me puse a ver “The night of the comet”. De “cometa” sólo tiene el inicio. Pocos días antes de Navidad la gente espera el paso de un cometa que pasa cada 65 millones de años (¿les suena la cifra?) con una gran fiesta en las calles, muy ochentosa. En eso se parece a otra película de la que hablamos (“Coherence” en http://cometasentrerios.blogspot.com.ar/2015/03/coherence-un-film-sobre-cometas-y.html ). Ambas contienen el increíble error de que un cometa se vea aparecer de la nada durante una noche (como el que sale en una de las geniales películas de la serie de “Hercules Poirot”, no sé si también en la novela de Agatha Christie, en el que los personajes se asoman a ver una lluvia de meteoros que dura … ¡10 segundos!). Pero “Coherence” es una gran película de hondura metafísica y la que reseñamos un bodrio inclasificable.
La hermosa protagonista (¡al menos eso!) pasa la noche de la fiesta cometaria con su novio en la cabina de proyección de un cine, blindada por “motivos de seguridad” (¿?), cuando sale al amanecer a la calle se encuentra con un desierto: las personas han sido reducidas a cenizas y algunas se transformaron en zombies-no sabemos la causa de la diferencia-y comienza una película de desastre apocalíptico.
Pude terminarla adelantando un poco. O bien ya estoy viejo y las películas muy malas no me gustan como antes o bien ésta rompe records de invisibilidad.

Quizás la fiesta cometaria se inspiró en el clima de espera que ocasionó el cometa Kohoutek y quizás también anticipaba el furor del Halley del año 1985.

sábado, 21 de noviembre de 2015

MERCURIO RECIBE UNA LLUVIA DE METEOROS DEL COMETA ENCKE

FUENTE:
https://rastreadoresdecometas.wordpress.com/2015/11/20/residuos-del-encke-sobre-mercurio/
    

Mercurio parece experimentar una lluvia recurrente de meteoros cuando su órbita cruza el rastro de escombros dejados por el cometa Encke. (representación artística)
Crédito: NASA / Goddard

El planeta Mercurio está siendo apedreado regularmente por partículas de polvo de un antiguo cometa, de acuerdo con un nuevo estudio. Esto tiene un efecto discernible en la tenue atmósfera del planeta y puede dar lugar a un nuevo paradigma sobre la forma en que estos cuerpos sin aire mantienen sus envolturas etéreas.
Los hallazgos se presentarán en la reunión anual de la Division of Planetary Sciences de la American Astronomical Society en National Harbor, Maryland, por Apostolos Christou, del Observatorio Armagh de Irlanda del Norte, Rosemary Killen del Goddard Space Flight Center de la NASA, en Greenbelt, Maryland, y Matthew Burguer, de la Morgan State University, de Baltimore, quien trabaja en el Centro Goddard.
Los terrícolas no somos ajenos a los efectos del polvo cometario en un planeta y su entorno. En una noche clara y sin luna, somos testigos de la desaparición de innumerables granos de polvo cometario que se queman en la atmósfera de la Tierra en forma de meteoros o "estrellas fugaces". En ciertas épocas del año, su número aumenta exponencialmente, creando un espectáculo natural de fuegos artificiales: una lluvia de meteoros. Esto se debe a que la Tierra pasa a través de una corriente de partículas de polvo dejadas por ciertos cometas.
Una de las lluvias más conocidas, las Perseidas de agosto, tiene su origen en el cometa Swift-Tuttle, que fue visto por última vez en 1992 y no va a estar de vuelta en el sistema solar interior hasta dentro de otro siglo. Pero la Tierra no es el único planeta en el sistema solar que atraviesa el polvo de los cometas de esta manera. El año pasado, el cometa Siding Spring estuvo a 100.000 millas de Marte, cargando su atmósfera superior con varias toneladas de material cometario. Las secuelas fueron registradas por los instrumentos a bordo de varias naves espaciales en la órbita de Marte, como la misión de la NASA “Mars Atmosphere and Volatile Evolution” y la “Mars Express” de la ESA.
Siempre se ha considerado a la Luna y Mercurio como cuerpos sin atmósfera. Pero se sabe, desde la época de los alunizajes del Apolo, que están rodeados por nubes de partículas atómicas, ya sea lanzadas desde la superficie o traídas por el viento solar. Aunque débil en comparación con las densas atmósferas de la Tierra o Marte, el registro observacional ha revelado estas "exosferas sujetas a la superficie" como entidades complejas y dinámicas, fascinantes para ser estudiadas por derecho propio.
La MErcury Surface Space ENvironment, GEochemistry, and Ranging (MESSENGER) de la NASA, la primera nave espacial en orbitar Mercurio, registró cómo ciertas especies en la exosfera varían con el tiempo. Los análisis de los datos relizados por Burger y sus colegas encontraron un patrón en la variación del elemento calcio que se repite de un año de Mercurio al siguiente. Para investigarlo, Killen se asoció con Joe Hahn, del Space Science Institute, con sede en Austin, Texas, para entender lo que sucede cuando Mercurio se abre camino a través de la llamada nube zodiacal de polvo interplanetario en torno al Sol y su superficie es acribillada por meteoroides a alta velocidad.
Los investigadores encontraron que tanto la cantidad observada de calcio como el patrón en el que varía podrían explicarse en términos de material arrojado a la superficie del planeta por los impactos. Pero una característica de los datos no tenía sentido: el pico de emisión de calcio se ve justo después de Mercurio pasa por su perihelio - el punto de su órbita más cercano al Sol - mientras que el modelo de Killen y Hahn predice que el pico que se produzca justo antes perihelio. Algo faltaba.
Ese "algo" llegó en la forma de una corriente de polvo cometario. Descubierto en el siglo 18, el cometa Encke lleva el nombre del matemático alemán que primero calculó su órbita. Es el cometa con un periodo más corto, volviendo al perihelio cada 3,3 años a una distancia de 31 millones de millas (casi 50 millones de kilómetros) del Sol. Su órbita, y la de las partículas de polvo lanzadas fuera de él, es lo suficientemente estable como para, durante milenios, formar una densa corriente de polvo. Killen y Hahn propusieron que el polvo del cometa Encke impactando contra Mercurio podría levantar más calcio de la superficie y explicar lo que estaba registrando MESSENGER. Seguía faltando algo, sin embargo. Por un lado, Encke está más cerca de la órbita de Mercurio alrededor de una semana más tarde que el pico de calcio. Los investigadores postularon que la evolución del torrente de polvo durante miles de años la habría de alguna manera desplazado de la órbita actual cometa del Encke.
¿Qué estaba causando ese desplazamiento? Para averiguarlo, Killen y Burger se asociaron con Christou para simular la evolución de la corriente del Encke durante varias decenas de miles de años - la vida útil probable del cometa. Christou tuvo que calcular primero una "estimación aproximada" de la órbita del cometa  muchos miles de años antes de que fuera observado por primera vez. A partir de ese momento, siguió una nube de granos de polvo simulados lanzados desde el núcleo del cometa para averiguar si - y, más importante, donde - sus órbitas actuales se cruzarían con Mercurio. Él encontró que el polvo, en lugar de desplazarse fuera de la órbita del cometa, simplemente se extendió a lo largo de ella, formando un torrente que se encuentra con Mercurio exactamente cuando el cometa lo hace.
Luego se volvió a ejecutar el modelo, para permitir una interacción sutil entre los granos de polvo y la luz solar llamado efecto Poynting-Robertson. Esto crea una fuerza adicional, aunque pequeña, en los granos que, durante largos períodos de tiempo, podría aportar un cambio significativo en la órbita. El resultado fue que la órbita del torrente en las simulaciones se movió detrás de la órbita del cometa y hacia el lugar en el que se observó el pico de emisión de calcio. Por otra parte, el tamaño del desplazamiento depende del tamaño de los granos de polvo - granos más grandes producen una fuerza de arrastre más pequeña - y de cuánto tiempo atrás se liberaron del cometa. Christou descubrió que podía reproducir el momento del pico de calcio para los granos de un milímetro o menos de tamaño, expulsados del Encke hace entre 10.000 y 20.000 años. Esto es coherente con lo que sabemos del polvo cometario: grandes cantidades de granos cometarios de milímetros de tamaño entran en la atmósfera de la Tierra cada día, creando meteoros visibles. También está de acuerdo con la mejor estimación actual de la edad del enjambre en base a estudios de meteoros desde Tierra.
"Encontrar que podemos mover la ubicación del torrente para que coincida con las observaciones de Messenger es gratificante, pero el hecho de que el desplazamiento está de acuerdo con lo que sabemos de Encke y de su flujo por fuentes independientes nos hace estar seguros de que la relación causa-efecto es real”, explicó Christou.
El trabajo ha sentado un precedente interesante sobre la importancia de las diferentes poblaciones de polvo en la producción de la exosfera.
"Ya sabíamos que los impactos fueron importantes en la producción de las exosferas", dijo Killen. "Lo que no sabíamos era la importancia relativa de las corrientes cometarias más el polvo zodiacal. Al parecer, las corrientes cometarias pueden tener un enorme, pero periódico, efecto".
Killen espera con interés la búsqueda de la firma de la corriente del Encke en otras especies exosféricas. "Esta será una nueva confirmación de la relación", agregó.
Un artículo que describe la investigación apareció en la edición del 28 de septiembre de “Geophysical Research Letters”.
Fuente:

jueves, 19 de noviembre de 2015

EL MISTICISMO COMETARIO DE ISAAC NEWTON

Todos sabemos que la gran prueba de la ley de gravedad fue la determinación de la órbita del cometa Halley, calculada por éste en base a la teoría newtoniana. Menos sabido es el papel trascendente que le otorgaba en su visión religiosa del universo, nada menos que fecundadores y destructores de nuestro mundo.
En su obra más famosa, “Philosophia Naturalis Principia Mathematica”, sostenía que las estrellas iban perdiendo con los siglos su fuerza al emitir luz y vapor (sólo hace pocos años sabemos cual es la fuente de energía del Sol) y que la consecuencia del carácter elíptico de las órbitas cometarias era que los cometas terminarían acercándose tanto al Sol que terminarían impactando con el mismo. Esos impactos les darían nueva energía y serían la fuerza que mantendría eternas a las estrellas. A su vez, cada paso de un cometa por las cercanías de nuestro planeta permitiría que la humedad presente en sus colas se depositara en la superficie y reemplazara los “fluidos vegetales” que se perdían con cada ciclo de la vegetación. Hay pasajes en los “Principia” en el que la humedad de las colas cometarias es entendida como “el Espíritu sutil que transforma los sólidos en fluidos” (recordemos la formación alquímica de Newton).
El papel de los cometas en la metafísica newtoniana era el de proveedores de humedad vital, una curiosa anticipación de nuestra moderna búsqueda del agua primordial en ellos.
Pero los cometas también serían el instrumento de Dios para nuestra destrucción. Según el amigo de Newton, John Conduit, en sus “Memorias de Sir Isaac Newton”, la teoría de que los impactos cometarios renovaban a las estrellas tenía para Newton un carácter apocalíptico. Halley había calculado mal la órbita del cometa de 1680-como dijimos en una entrada anterior: http://www.cometasentrerios.blogspot.com.ar/2015/10/el-cometa-halley-durante-el-reinado-de.html

y el consenso científico de la época es que retornaba cada 500 años. Según Newton, quedaban apenas 5 o 6 pasos del cometa por el perihelio antes de impactar en el Sol, renovando su energía pero destruyendo todo ser vivo en nuestro planeta. Los cometas, según Newton, serían los emisarios de la voluntad divina que terminarían con nuestro mundo por el fuego, como tantas cosmogonías y escuelas filosóficas auguraban. Sabida es la rivalidad del sabio inglés con el científico y filósofo alemán Gottfried Leibnitz, que se vio claramente en la disputa por la paternidad del cálculo infinitesimal. Pero también eran dos concepciones sobre el universo: Leibnitz pensaba que el mundo que “funcionaba” por si mismo y para siempre, sin ningún final apocalíptico, para Newton el “sistema del mundo” requería la activa participación de Dios. Tendemos a olvidar esta concepción newtoniana porque, paradójicamente la física de Newton permitió creer en un universo inmutable funcionando como un reloj eterno, pero esa no era la concepción de Newton.

lunes, 16 de noviembre de 2015

La cola de un cometa puede arrojar luz sobre el calentamiento del viento solar

El cometa Encke nos ha estado cayendo encima en forma de bólidos durante los últimos 20 días, pero también nos ha hecho comprender más al viento solar:
Fuente:

Las turbulencias del viento solar ayudan a explicar su naturaleza variable y altas temperaturas. No podemos ver el viento, pero podemos aprender sobre él mediante la observación de las cosas que impulsa. Y mediante el estudio de los cambios en la brillante cola de gas e iones de un cometa los científicos intentan solucionar dos de los grandes misterios sobre el viento solar, el flujo supersónico de gas eléctricamente cargado desde la corona superior del Sol.
Cúmulos individuales de material de la cola del cometa Encke sacudidos y retorcidos por el turbulento viento solar, en esta imagen altamente procesada del instrumento HI-1 a bordo de la sonda STEREO-A de la NASA. Los puntos circulares marcan cúmulos individuales que fueron rastreados por el equipo de SwRI / Universidad de Delaware para medir el flujo del viento solar.
Crédito: © 2015 Southwest Research Institute®. Imagen cortesía de NASA / SwRI

Un equipo de científicos dirigido por el grupo de heliofísica del Southwest Research Institute (SwRI), que utilizó las observaciones de la cola del cometa Encke del Solar and Terrestrial Relations Observatory (STEREO) de la NASA, reveló que el viento solar fluye a través del vacío del espacio interplanetario de la misma manera que el viento sopla en la Tierra, de manera turbulenta, en ráfagas y con vórtices. Esa turbulencia puede ayudar a explicar dos de las características más curiosas del viento solar: su naturaleza variable y sus extrañamente altas temperaturas. Un paper sobre los resultados de STEREO fue publicado en “The Astrophysical Journal” el 13 de octubre de 2015.
"El viento solar hacia la Tierra es aproximadamente 70 veces más caliente de lo que uno podría esperar de la temperatura de la corona solar y de lo mucho que se expande a medida que cruza el vacío", dijo el doctor Craig DeForest, un físico solar del SwRI en Boulder, Colorado, y autor principal del estudio. "La fuente de este calor extra ha sido un misterio de la física del viento solar durante varias décadas".
Los científicos saben mucho acerca de las propiedades y el comportamiento del viento solar, pero no están de acuerdo sobre la forma en que se acelera, sobre todo en sus velocidades más rápidas. Por otra parte, el viento solar puede ser muy variable, por lo que las mediciones pueden variar en cortos periodos de tiempo o desde puntos con escasa separación espacial, con resultados muy diferentes. También es muy caliente - más caliente de lo que debería estar a tan grandes distancias de la corona solar.
El equipo dirigido por SwRI aprovechó algunas de las características más inusuales del cometa Encke para estudiar el viento solar. A diferencia de la mayoría de los cometas, el cometa Encke tiene lo que se llama una cola compacta. Los torrentes de la cola de iones del Encke no tienen una estructura suelta que permita una amplia pulverización, sino que fluyen en una cinta apretada y brillante de gas resplandeciente, de características compactas.
Utilizando el generador de imágenes heliosférico de STEREO, los científicos estudiaron los movimientos de cientos de "grumos" densos de gas ionizado brillante dentro de la cinta de la cola del cometa Encke, que pasó cerca de STEREO en 2007. Las fluctuaciones en el viento solar se reflejan en los cambios en la cola. Mediante el seguimiento de estos “grumos”, los científicos fueron capaces de reconstruir el movimiento del viento solar, logrando una mirada sin precedentes de su turbulencia.
Las turbulencias en el viento solar podrían proporcionar una respuesta al misterio del calentamiento del viento solar. Basado en el análisis de los movimientos de la cola del cometa, los investigadores calcularon que las turbulencias a gran escala proporcionan suficiente energía cinética para producir las altas temperaturas observadas en el viento solar.
Las turbulencias también pueden explicar la variabilidad del viento solar. "El movimiento turbulento produce la rápida variación que vemos en la Tierra", dijo DeForest. "Las mediciones in situ son limitadas, porque no pueden seguir la turbulencia a lo largo de su trayectoria", dijo William Matthaeus, profesor de física y astronomía en la Universidad de Delaware y co-autor del estudio. "Ahora, por primera vez, se observaron los movimientos turbulentos a lo largo de sus trayectorias complejas y cuantificaron la mezcla. Se puede, de hecho, observar la turbulencia misma".
Estas observaciones proporcionan un anticipo de lo que la NASA planea observar más directamente con la misión Solar Probe Plus, que viajará dentro de los 10 radios solares del Sol Sin embargo, como los cometas pasan más cerca del Sol que cualquier nave espacial, proporcionan información única sobre el viento solar y el espacio interplanetario.

200 ENTRADAS

Hoy el lector me perdonará la autoreferencia. Ésta es nuestra entrada número 200. Empezamos el blog allá por enero de 2014. Parece mucho, pero no hemos llegado a los 2 años. En este blog hemos hecho conocer nuestras observaciones cometarias. La Sección Cometas de la Asociación Entrerriana de Astronomía (AEA) tuvo su primera observación el 9 de abril de 2010 y recién pudimos realizar nuestro primer reporte el 7 de septiembre de ese año. Pero a partir de esa fecha hemos logrado seguir reportando regularmente nuestros observaciones, sumando nuestro granito de arena a la observación de los cometas.
Pero nuestros amigos son esquivos, no siempre están al alcanzado de nuestros telescopios. Así que mientras las nubes los ocultaban, o estaban muy cerca del Sol, o eran tan débiles que no podíamos observarlos, tratamos de comprenderlos mejor y de comprendernos a nosotros también, porque los cometas son más que nada un símbolo de nuestra existencia en el cielo. Por eso es que solemos incluir historias cometarias, así como su representación en el arte y la literatura.

Los dejamos con una foto, de Juan Manuel Biagi, de nuestro observatorio de Oro Verde, en el que hemos pasado tantas horas mirando al cielo y observándonos a nosotros mismos.


martes, 10 de noviembre de 2015

TAMBIÉN NOSOTROS OBSERVAMOS LAS TAÚRIDAS

Los amantes de los meteoros asistimos complacidos a una andanada de bólidos procedentes del radiante de las Taúridas. Las Taúridas son restos del cometa 2P/Encke, una lluvia cuya tasa horaria es de 5, lo que las hace en principio muy poco atractivas.
Para conocer la información necesaria para observar una lluvia de meteoros:
Pero la buena altura en la que se encuentra el radiante, en la constelación de Tauro, las hace atractivas, pero mucho más el hecho de que sean una lluvia que proviene de restos cometarios más grandes que lo normal, como explicamos antes:
También son especiales por presentar dos picos: Las Taúridas del Sur el 5 de noviembre y las Táuridas del Norte el 12 de noviembre. Aunque no hubo necesidad de esperar al pico para registrar los espectaculares bólidos provenientes del cometa Encke, como se puede comprobar en los registros de la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos española:

El astrónomo británico David Asher, (del Observatorio de Armagh), experto en meteoros, había predecido, analizando la órbita del flujo de partículas cometarias, que este año, al igual que en 2005, tendríamos un incremento de estos meteoros superbrillantes. Y nosotros lo pudimos comprobar durante la madrugada del sábado 6 de noviembre, pocas horas después del pico de las Táuridas del Sur. No teníamos cartas de meteoros con nosotros con las que hacer una observación científica, ya que no era nuestro objetivo y nos arrepentimos. En menos de una hora pudimos observar al menos 4 meteoros con un brillo cercano a Venus, incluso uno con estela persisten por un par de segundos.

El máximo de las Taúridas del Norte no nos encontrará desprevenidos.

viernes, 6 de noviembre de 2015

El COMETA DONATI POR EL MUNDO


Cerramos una trilogía de entradas dedicada al Cometa Donati de 1858. En una entrada del año pasado (http://www.cometasentrerios.blogspot.com.ar/2014/06/los-cinco-grandes-cometas-del-siglo-xix.html) sostuvimos que el siglo XIX fue la mejor época para disfrutar de un cometa porque ya existían una serie de adelantos tecnológicos que hicieron avanzar mucho el conocimiento astronómico y a la vez había una cierta globalización del conocimiento, que permitía (gracias al telégrafo) que las noticias se conocieran mundialmente en pocos días, pero todavía no había luz eléctrica que pudiera arruinar los cielos, por lo que fueron los últimos años en que se observaron masivamente cometas espectaculares. Y el cometa Donati no fue la excepción:
De algunas pinturas no tenemos la ubicación geográfica:





Así se veía en Londres:



Así se veía en Florencia:


Y en París:


jueves, 5 de noviembre de 2015

LA PRIMERA FOTOGRAFÍA COMETARIA

En nuestro post anterior hablamos de las “misteriosas capas” del cometa Donati de 1858. Este cometa tiene un record: fue el primer cometa fotografiado. Lo hizo precisamente el autor del libro que reseñamos en el post anterior, George Bond, director del Harvard College Observatory, el 28 de septiembre de 1858. La imagen se tomó con un refractor de 15 pulgadas y con una exposición de seis minutos. Sólo se percibe el núcleo del cometa. Lo curioso es que el propio Bond no dio importancia a su hazaña, de hecho ni siquiera la menciona en su libro. Por mucho tiempo quedó olvidada entre las placas del Observatorio de Harvard y de hecho se pensaba que el primer cometa había sido fotografiado en 1881. La fotografía fue por primera vez publicada en 1996 por el “Journal for the History of the Astronomy” con el artículo “The earliest comet photographs: Usherwood, Bond and Donati 1858”, que se puede consultar aquí: http://adsabs.harvard.edu/full/1996JHA....27..129P


martes, 3 de noviembre de 2015

LOS MISTERIOS DEL COMETA DONATI

El 2 de junio de 1858 el astrónomo italiano Giovanni Battista Donati descubrió el cometa que lleva su nombre, uno de los grandes cometas del siglo XIX. Si uno realiza una búsqueda en Google Books de libros relativos a este cometa puede disfrutar, entre tantos otros, de “An account of Donati’s comet of 1858”, un opúsculo de George Bond, resumen del material aparecido en la revista inglesa “Mathematical Monthly”.
El libro es muy interesante en dos aspectos. El primero de ellos es que encontramos un resumen del conocimiento cometario de la época. En 1858 se consideraba que los cometas estaban (la traducción es siempre nuestra) “compuestos principalmente, y en muchos casos totalmente, de una tenue sustancia gaseosa o nebulosa, dotada de propiedades tan extraordinarias que prácticamente la hacen distinta de la materia, en el sentido ordinario del término” (pág.1). No se conocía el carácter gaseoso de la coma, que comenzará a develarse con la aplicación de la espectroscopía, por el propio Donati en 1864. Tampoco se sabía como era el núcleo y ni siquiera se sabía con certeza si todos los cometas lo tenían: “Todos los cometas presentan una condensación interna. Muchos tienen un pequeño punto estelar llamado núcleo” (hoy sabemos que no podemos observar el núcleo sino la parte más condensada de la coma) “que ocupa la posición de máxima densidad. En otros, esta característica está ausente” (pág.2).
El segundo aspecto interesante es la constatación de dos misterios para la ciencia astronómica de la época, para uno de ellos sabemos hoy la respuesta, para el otro podemos sólo adivinarla.
El libro es un informe detallado de cómo el Cometa Donati se va haciendo más brillante y grande y luego empieza a desarrollar su cola. Pero el 25 de septiembre de 1858 los observadores constatan asombrados dos características extrañas y que consideran relacionadas.

La primera de ellas es la emisión de un “rayo” de luz muy tenue que no sigue la curva de la cola “propiamente dicha” sino una línea recta opuesta al Sol, lo que hoy sabemos es la cola de gas ionizado.

 La segunda de ellas, que hace único al Donati, es “la interposición entre el núcleo y el Sol de varias pantallas redondeadas de densa nebulosidad llamadas “capas”, que rodean parcialmente el núcleo” (pág.3) en su lado cercano al Sol.
A partir del 25 de septiembre de 1858 los astrónomos pudieron observar como estos “envoltorios del núcleo”, que hoy sabemos serían capas de la coma cercana al núcleo, se formaban y eran eyectados por “la influencia de la luz y el calor del Sol, o posiblemente por alguna emanación desconocida de la misma fuente” (pág.14), que sería responsable también por los “rayos” rectos en dirección contraria al Sol. Los astrónomos no conocían la existencia del llamado “viento solar”, que sería descubierto en 1951, pero presentían la existencia de una fuerza cuyo cómputo les faltaba.
En los grabados de la época se ven perfectamente las misteriosas “capas” expulsadas por el Donati:



Estas capas surgían a intervalos promedios de 4 días, pero sin una regularidad clara. Entre el 2 y el 20 de octubre se observaron 4: una el 4, otra entre el 8 y el 9, otra el 15 y la última el 20.
Como dijimos antes, la astronomía no conocía la acción del viento solar y mucho menos la rotación del núcleo. La explicación que se ha dado tiene que ver precisamente con la rotación del núcleo y la exposición al Sol: “La explicación más inmediata es que un trozo de superficie helada queda expuesta a la luz solar y se evapora explosivamente; la rotación del cometa puede exponer consecutivamente esta superficie a la noche y al día y cada rotación genera nuevas comas en la cara dirigida al Sol” (“El Cometa”, de Carl Sagan, pág.190).